A vos, mi señor, yo me entrego. De vos, mi señor, depende ahora mi alma.
Ante vos ahora me hallo pidiendo disculpas por todos mis fallos.
En vos mi señor me haré valiente, para temblar solo si es en vuestros brazos.
En vos mi señor me enredare, como hiedra firme que trepa despacio,
como piedra que resiste el abatir de los tiempos,como los muros de nuestro palacio.
Decidme mi señor si podre ser digna, pues tanto es el amor que profesais
que ni en miles de vidas yo podria alcanzar esa estrella desde la que brillais.
Como podria amar como vos, si mi alma ya no es pura,si hace tiempo perdi la razon.
Como podria siquiera mereceros, como podrian mis labios, no quemarse con vuestros besos.
Hacedme vuestra de nuevo, mi señor, haced que me rinda ante vos,
que quiero sentirme viva, que quiero saber que existo,
que ya no soy cautiva,de la carcel en la que habito.
Yo os entrego mi vida, mi señor, a vos os entrego cuanto soy,
aunque vuestros ojos jamas me mirasen, aunque permaneciese donde estoy.
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