lunes, 30 de julio de 2007

Sigo siendo tuyo, y tu mia por siempre jamás.


Sigo sin hacerme a la idea de que si no saco recuerdos de dentro
voy a morir ahogado por la angustia, a desaparecer de tanto sufrimiento.
Esos recuerdos que afloran en mi mente cuando menos los quiero,
cuando se que ya solo son mios porque tu te cerraste a ellos.

Qué fácil resulta cuando no se ha amado de forma tan recíproca ¿verdad?
Y te juro que siento, aunque no lo haga, que ya solo la muerte me aplaca.
Cómo sacarte de las entrañas si te tengo clavada a golpe de esperanza,
porque se que nunca muere, porque siento que me llevas dentro.

No quiero morir matando, ni hacerte daño... pero como callar este dolor,
como decirte que sin ti no se vivir, que solo yo te puedo hacer feliz...
Si pudiera decir libremente lo que pienso y echar a volar junto a tus brazos...
Si pudiera decirte que aún te amo, que te quiero, que te extraño...

Que lo has sido todo, que lo sigues siendo. Que nací para ti, que te llevo dentro.
Da igual que cierres tu entendimiento, que borres mi recuerdo, que te escondas
entre otras bocas, que mires otros ojos, o que luches por olvidarme entero.
Porque no lo harás porque eramos perfectos, el uno para el otro... puro deseo.

Tu piel entera me pertenece, tus labios mios por siempre, tu alma es mi legado,
y el corazón que me entregaste, por siempre lo llevaré conmigo... Aquí guardado.
No puedes engañarte... Porque día a día tienes que verte a solas contigo misma
y aunque no seas la de antes, sino un corazón endurecido... Pides que yo te calme.

Quién dijo que el hombre era libre, libre para amar, o para vivir... ¡No es cierto!
Eres esclava de tus cadenas, las que te atan al suelo con eslavones de acero.
Esclava de tus deseos, de tus anhelos, por siempre cautiva, vencida al miedo.
Vives pagando errores, vives sacrificando dos destinos que claman por ser libres.

Ya no eres tan fuerte, la inquebrantable muralla se desvaneció, porque después de vivir
este inmenso amor, ¿qué volverás a vivir que no se vuelva a destruir?
¿Te imaginas algo superior a lo que sentimos? Si en apenas tiempo un mundo construimos.
Lo que no construye nadie ni en un millón de años... en una tarde nosotros lo inventamos.

Vivimos el deseo con fe ciega, aislándonos del mundo, nada podía hacernos daño...
No veía más allá de tu frente, no añoraba don más puro... que el de volver a verte.
Y un día... acusado de desatenderte, me dejaste, te alejaste, me vendiste y traicionaste...
A mi... al que te dio todo lo que tenia, al que vació su corazón, al que destrozaste sin razón.

Herido, destrozado, echo pedazos, cuando más te necesitaba me negaste tu abrazo.
Por la espalda... y sin coraza me clavaste el puñal que hoy en día sigue abriéndome la herida, ¡estocadas sin piedad!.
Borbotones de sangre helada mezclada con versos lloro hoy aquí, desconsolado... Sin encontrar piedad ni de tus brazos ni de tus labios, pobre de mi... Si te di todo, porque me trataste así.

No te reprocho nada, aunque solo veas eso, tal vez aún sigas cegada. Ni tampoco guardo odio, porque se que aunque me duela, no encontraré amor que como tú, me haga sentir pleno, perfecto, sin más que pedir. Amor como el que me entregaste se que no volveré a encontar, y amor como el que te guardo, jamás, jamás... Ni tan siquiera minimamente, podrán imaginarse dar.

Seguimos siendo almas distanciadas, almas condenadas a amarse eternamente, porque juntos nos compenetrabamos plenamente. Yo sabia lo que pensabas, tu entendías lo que me pasaba.
Apenas juntos estuvimos y la relación que nos unía era tan fuerte y linda que nadie la entendía.

Vida mía como has cambiado... como conocerte ahora, si me alejas de tus brazos...
Cómo hablarte si se que solo me quieres alejar, distanciarme y olvidar por mucho que te esfuerces, se que no me quieres tener más... Se que te duelo, que me amas, que te anhelo, que me enredo en las sabanas... Buscándote y no estás... alma mía... donde te fuiste... sin más...

Dónde te busco Pekeñaja... donde me escondo para que no me vean llorar... Dónde me calmo esta rabia que siento cuando se que otro es el que ahora admira tu mirar, tu sonrisa... y tu indescriptible despertar... Por qué se me niegan tus abrazos... por qué en tu pelo no puedo columpiar mis sueños... o al menos ser tu dueño una vez más.

Condenado a vivir vagando, tras las huellas de tus pasos, muerto en soledad, agonizando sin piedad... Esperando que algún día vuelvas, porque se que guardas el mismo amor que yo, en lo profundo de tus entrañas... Pero mientras tanto... Por siempre jamás mi lamento resonará en tu tibio cuerpo, y cuando no te pueda guardar... Es sin duda porque habré muerto... de tanto amar.


Se que me amas, se que me guardas dentro y tienes miedo a que me descubran ahí en lo más profundo de ti. Tus versos me demuestran esa dulzura y calor humano que aún sigues guardando... Eso me impulsa a vivir, a algún día en iguales condiciones volver a pelear por ti. Porque te amo, como nadie lo hizo ni lo hará y ese sentimiento es el mismo que sigo percibiendo en ti, por mucho que te duela reconocerlo... Sigues pensando en mi, y es parte de tu condena, es parte de tu destino, saber que juntos volveremos a escribir la historia inacabada, de un Amor sin fin.


No hay comentarios: