miércoles, 12 de septiembre de 2007

Amante

Amante, mi piel te espera.
En su volcán incontenible mi sangre se agita y vibra y el potro salvaje que recorre mis campos es fiera y se amansa en ti.
Mi rostro no tiene ojos ni boca, ni voz, perfumes ni caricias.
Seremos una historia que no tenga recuerdos con formas, para que sea en la pasión y el deseo lo que tiene un sueño. Vital y vigoroso y al restregarnos los ojos, mañana, pensemos seriamente si fue o no un sueño. Y que se olvide.
Para que no sea dueño del recuerdo, las lágrimas de un imposible.
Alambremos la angustia con una cerca de púas y dominémosla en una cama donde el sexo cierre las puertas y no la deje escapar.
Amémonos, amante y olvidemos, si queremos olvidar que esto fue un sueño o realidad.

No hay comentarios: