jueves, 2 de agosto de 2007

Enséñame tus manos.




A veces las cosas se tuercen te digo por cierto,
y te encuentras frente a ese desierto abierto,
con el hielo mudo y el coraje lento
tan viejo como el mismo mundo
el cariño y el despecho,
el camino se hace andando, si
pero un desierto es un desierto.

Ya sé por qué le ganó a nuestro labio el silencio,
y es que el reloj no tiene el tiempo,
no tiene el miedo
el caso es que no conseguimos aislarnos del resto de
este mundo
donde los humanos, cambian los sueños por aire
dame alguna excusa que nos salve
o que nos traguen siete mares
pero no me quites el coraje.

Enseñame tus manos
abre las palmas que las veas
y ahora, dime si aún te queda un poco de esperanza en ellas
enseñame tus manos, esas, con las que nos acariciamos
y hoy nos hacemos, tanto daño, tanto daño amor.

Tal vez por qué para ti solo soy un cero a la izquierda
y no hay manera de que multiplique mi cariño por tus
ganas, y nos den mas que cero.

Ya se por qué le ganó a nuestro labio el silencio,
y es que el reloj no tiene el tiempo,
no tiene el miedo,
no tiene el fuego...
No te preocupes, que hoy es domingo y Dios descansa
disfrutemos del momento y de este sitio que nos regala.

Dame alguna excusa que nos salve
o que nos traguen siete mares
pero no mequites el coraje.

Enseñame tus manos
abre las palmas que las vea
y ahora, dime si aún te queda un poco de esperanza en ellas
enseñame tus manos, esas, con las que nos acariciamos
y hoy nos hacemos, tanto daño.

Enseñame tus manos...
que las mias se han cansado, de intentar coger el mundo
con los puños apretados...
Enseñame tus manos, esas, con las que nos acariciamos
y hoy nos hacemos, tanto daño.

No hay comentarios: