martes, 30 de octubre de 2007

Ya... ya sé


Ya... Ya sé a que sabe tu ausencia.
Tu ausencia sabe a un siglo entero de soledad.
Al día que permanece en el recuerdo imborrable, al sonido de una lagrima al resbalar.
Sé que tu ausencia sabe al dolor.
Tan intenso e insoportable como espina clavada, como juicio final.
Ya sé a que saben los versos de un adiós, los versos de un nunca jamás.
Aunque tu ausencia haya sido mi elección, no vuelve esta alma a sentir consuelo en ninguna canción.
Demasiadas emociones, demasiado sentimiento.
No hay ataúd ni cripta que encierren mis lamentos.
¿Que si me he equivocado?... probablemente.
Que estoy segura de que ni el tiempo, ni miles de otoños cerraran esta herida.
Y que puedo decirte, si solo tu y yo sabemos cuanto duele.
Que te he perdido, y que te he dejado solo, ahogado en tus lagrimas cansadas.
Que no merezco que me quieras....
Que si no salgo de tu cabeza, tendrás que sacarme a patadas.

No hay comentarios: